Tus datos a salvo
Por Internet no se dan datos personales a nadie. Sí, lo has escuchado mil veces, pero es que no hay mayor verdad (ni más importante). Si son necesarios para abrir una cuenta de correo o para participar en un foro o red social, procura dar los datos mínimos necesarios. Incluso, en la medida que sea posible, invéntate esos datos. Usa un seudónimo o nickname en vez de tu nombre real, pon como ciudad de residencia un lugar ficticio, etc. Y consulta a tus padres siempre.
Solo páginas adecuadas
Internet está lleno de contenidos para toda clase de gente. Es importante que evites las páginas que no son aptas para tu edad y/o que puedan ser perjudiciales para ti. Además siempre está el peligro de que te entre un virus y te quedes sin tus archivos (y los de tus padres si compartes su ordenador) ¡y eso sí que puede ocasionarte un grave problema!
No hables con extraños
Al relacionarte desde un ordenador o un móvil, nunca sabes quién es realmente la persona que está al otro lado. Puede ser una amiga gastándote una broma o alguien que no tenga buenas intenciones. Por eso, recuerda que nunca debes dar información demasiado personal a otras personas y menos aún fotos. A menudo, las redes sociales y los programas de chat te permiten seleccionar a las personas que pueden leer tu perfil o ponerse en contacto contigo. Activa la opción de privacidad y, si fuese necesario, bloquea a contactos molestos. Si hay algo de esto que no sepas hacer, pregunta en casa.
Si te molestan, ¡no te lo calles!
Si alguien te acosa, se mete contigo o te hace sentir incómoda en la red, explícaselo a tus padres. Cuanto antes lo hagas, antes podrás quitarte ese problema de encima y volver a divertirte navegando como siempre. Sea lo que sea, tus padres te apoyarán y ayudarán.
Internet se ha convertido en
una herramienta al alcance de
todos. No solo ofrece información,
sino también entretenimiento
y comunicación. ¡Pero hay
que tener cuidado
en la red!
¡Navega
con seguridad
y sentido común!
Solo así te divertirás
en la red y evitarás los
peligros que presenta.
Tus datos a salvo
Tus padres te lo han avisado mil veces: por
Internet no se dan datos personales a nadie. Sin
embargo, suelen ser necesarios para abrirte una
cuenta de correo o para participar en un foro o red
social. Lo ideal es hablar con tus padres para que
te den permiso, pero también es cierto que quieres un
poco de intimidad y libertad. Por eso, si no lo consultas
con ellos, procura dar los datos mínimos necesarios.
Incluso, en la medida que sea posible, invéntate esos datos.
Usa un seudónimo o nickname en vez de tu nombre real, pon
como ciudad de residencia un lugar ficticio, etc.
Solo páginas adecuadas
La red es un mundo virtual plagado de información, ocio e interacción entre personas. Te sirve para
buscar esos datos que necesitas para tu trabajo de historia, también para conocer los últimos cotilleos
sobre tus artistas preferidos y, por supuesto, para mantenerte en contacto con tus amigas una vez
han terminado las clases. Pero Internet está lleno de contenidos para toda clase de gente.
Es importante que evites las páginas que no son aptas para tu edad y que pueden ser perjudiciales
para ti. Recuerda que la curiosidad mató al gato. ¡Y a ti te puede llenar el ordenador de virus!
No hables con extraños
Al relacionarte desde un ordenador o un móvil, nunca sabes quién
es realmente la persona que está al otro lado. Puede ser una amiga
gastándote una broma o alguien que no tenga buenas intenciones.
Por eso, recuerda que nunca debes dar información demasiado
personal a otras personas y menos aún fotos. A menudo, las
redes sociales y los programas de chat te permiten seleccionar
a las personas que pueden leer tu perfil o ponerse en contacto
contigo. Activa la opción de privacidad y, si fuese necesario,
bloquea a contactos molestos.
Si te molestan,
cuéntalo en casa
Pon mucha atención, porque esta es la regla
de oro para los menores de edad que usan
Internet: si alguien te acosa, se mete contigo o
te hace sentir incómoda en la red, explícaselo
a tus padres. Cuanto antes lo hagas, antes
podrás quitarte ese problema de encima y volver
a divertirte navegando como siempre. No lo
dejes con la esperanza de “en unos días todo
terminará”, porque muchas veces esa situación
tarda meses o años en acabar. Sea lo que sea,
tus padres te apoyarán y ayudarán.
Internet
una herramienta al alcance de
todos. No solo ofrece información,
sino también entretenimiento
y comunicación. ¡Pero hay
que tener cuidado
en la red!
¡Navega
con seguridad
y sentido común!
Solo así te divertirás
en la red y evitarás los
peligros que presenta.
Tus datos a salvo
Tus padres te lo han avisado mil veces: por
Internet no se dan datos personales a nadie. Sin
embargo, suelen ser necesarios para abrirte una
cuenta de correo o para participar en un foro o red
social. Lo ideal es hablar con tus padres para que
te den permiso, pero también es cierto que quieres un
poco de intimidad y libertad. Por eso, si no lo consultas
con ellos, procura dar los datos mínimos necesarios.
Incluso, en la medida que sea posible, invéntate esos datos.
Usa un seudónimo o nickname en vez de tu nombre real, pon
como ciudad de residencia un lugar ficticio, etc.
Solo páginas adecuadas
La red es un mundo virtual plagado de información, ocio e interacción entre personas. Te sirve para
buscar esos datos que necesitas para tu trabajo de historia, también para conocer los últimos cotilleos
sobre tus artistas preferidos y, por supuesto, para mantenerte en contacto con tus amigas una vez
han terminado las clases. Pero Internet está lleno de contenidos para toda clase de gente.
Es importante que evites las páginas que no son aptas para tu edad y que pueden ser perjudiciales
para ti. Recuerda que la curiosidad mató al gato. ¡Y a ti te puede llenar el ordenador de virus!
No hables con extraños
Al relacionarte desde un ordenador o un móvil, nunca sabes quién
es realmente la persona que está al otro lado. Puede ser una amiga
gastándote una broma o alguien que no tenga buenas intenciones.
Por eso, recuerda que nunca debes dar información demasiado
personal a otras personas y menos aún fotos. A menudo, las
redes sociales y los programas de chat te permiten seleccionar
a las personas que pueden leer tu perfil o ponerse en contacto
contigo. Activa la opción de privacidad y, si fuese necesario,
bloquea a contactos molestos.
Si te molestan,
cuéntalo en casa
Pon mucha atención, porque esta es la regla
de oro para los menores de edad que usan
Internet: si alguien te acosa, se mete contigo o
te hace sentir incómoda en la red, explícaselo
a tus padres. Cuanto antes lo hagas, antes
podrás quitarte ese problema de encima y volver
a divertirte navegando como siempre. No lo
dejes con la esperanza de “en unos días todo
terminará”, porque muchas veces esa situación
tarda meses o años en acabar. Sea lo que sea,
tus padres te apoyarán y ayudarán.
Internet
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